Ay

Siento algo que me molesta.

Estoy con la regla? No, además no me molesta.
Tengo una uña levantada? No.
Tengo cosas que hacer y no las hice todavía? Si, normal.
No me gusta perder el control? Si.
Siento impotencia? Si.
Tengo miedo? No.
Tengo sueño? No.
Me tragué un mosquito? No.
Extraño? Si.
Tengo que hacer trámites que no sé hacer, y encima en otro idioma y encima cuestan dinero? Si.
Escribí un anuncio para la venta de la bici y cometí errores gramaticales? Si.
Bajé a sacarle la foto a la bici, sin la llave, y me quedé encerrada afuera (encerrarse afuera existe? guau!)? Si.

Pero un problema no es un problema si existe su solución.

Voy caminando y no me entran los rayos del sol por la piel; no le sonrío al nenito que está ahí (o lo hago casi automáticamente, ni siquiera lo convenzo). Qué me pasa? Cómo es que me vuelvo impermeable al exterior? 
Cuán egoísta soy que toda mi atención está en "esta cosa que me molesta" y no puedo ignorarla?

Esta "cosa que me molesta" no tiene nombre propio. No aparece en el diccionario ni en las guías de teléfono. No sé de dónde viene ni por qué. Solo puedo afirmar que está. La odio. Aunque ya me acostumbro.
Hacía tiempo que no aparecía, pero ahora mismo la puedo palpar. Me toca. Me insiste. Me habla, no la entiendo. No le pido que se vaya, porque no funciona, sólo le pido que se explique.

Podría ser producto del estado intermedio en el que estoy entrando. Mi cuerpo en Francia, en francés, comiendo baguette y queso de la Brie, merci bonjour à toute à l'heure et bonne soirée.
Mi mente viajando, en el espacio que hay entre Francia y Argentina, empezando a irse, empezando a llegar. Todo mi pensamiento extendiéndose sobre el océano, recuperando el pasado, inexistente, proyectándose hacia el futuro, inexistente. Digamos entonces que estoy inexistiendo. Y ése es el problema. La angustia del vacío. La conozco. No sirve para nada.

Tiempo y espacio intermedios, tan corto que no me permite divisar nuevos proyectos en esta tierra, y tan largo que aún no me otorga presencia en la nueva.

Ahora me miro al espejo y le digo a la "cosa que me molesta": qué querés? No te soporto.

"Miráte bailando" me decís palo, gracias, ni siquiera me puedo ver a mi misma en un estado diferente a este. Es una cápsula.

ESPEJO DEL NO

nunca nada nadie

nadie nunca nada

nada nadie nunca

nunca nadie nada

nada nunca nadie

nadie nada nunca

Bernando Schiavetta

Y si decido que te vayas? Si naciste en mi mente, en mis sentidos, sin causa.... Podrías irte de mi mente, de mis sentidos, sin causa... Qué te parece?

"Cosa que me molesta", hagamos algo: yo me pongo a hacer una cosa importante ahora, y me concentro mucho. Y vos de a poco te empezás a debilitar. Y después cuando ya esté terminada la cosa importante, vos ya casi ni existís. Luego, hablo con algunos de mis amigos, esos que me reflejan a mi misma y me ayudan a encontrarme. Seguido a eso, me empiezo a sentir liviana, y empiezo a elevarme y a soñar que voy a conocer Colombia, que puedo aprender alemán, que voy a ver a mis amigas de Córdoba de nuevo, que voy a conocer a Rafa, que tengo una casita en la isla donde puedo invitar a Tina y a Mari a dormir, que escalamos con Lucas en el Chaltén, que algún día voy a vivir en Canadá, que podría formar parte de una compañía de circo, que voy a volver a jugar con Milac al hombre araña...

Hay espirales, hay ciclos...

Nada te turbe,

nada te espante,

todo se pasa,

Dios no se muda,

la paciencia todo lo alcanza

quien a Dios tiene nada le falta

sólo Dios basta.

Santa Teresa de Jesús