Hoy fue un dia raro. Escribí mucho. Escribí este diario. Cuando se lo mandé a Emilio, mi amigo NYC (Nacido Y Criado en Bariloche), compañero de los kayaks en los fiordos chilenos, me remarcó que este diario estaba en francés. Pero yo vivo esta cuarentena en francés, necesito escribir la experiencia en el idioma en que ocurre.
Hice mi declaración y me fui a correr.
Si, la verdad es que es chica la pieza donde estoy confinada. Tengo la cama grande, en los pies de la cama el equipo de escalada, bivouac, carpa de camping. Unos estantes con ropa, a la izquierda la caja con libros que no puedo vender ni regalar porque todavía no los leí o porque estoy afectivamente vinculada. Arriba de la caja dos instrumentos: un ukulele y una guitarra. Con la guitarra es suficiente, el ukulele será vendido. Todavía no lo vendí porque a veces pienso que voy a conocer un nuevo amigo con quien vamos a hacer un dúo musical. Un cajón con morfi. 2 kilos de yerba. Un pelapapas especial, una tabla para cortar especial, 3 mates, 4 bombillas. Los elementos especiales de cocina me los regaló mi mamá, la única persona de mi vida que puede considerar que existen elementos especiales de cocina. Zapatillas abajo de la cama. Camperas en el armario, dos mochilas vacías, un parapente, dos discos duros externos, toallitas y tampones.
Pero soy tan tan afortunada de estar en este departamento en la esquina de las calles Ney y Cuvier. Tiene unos ventanales grandes por donde entra mucha luz, mucha. Entra mucho ruido también. Quisiera vivir en una ciudad chica, quiero vivir en el bosque. Lo mejor de la casa son Gwen y Salomé. Algún día hablaremos de los gatos. Si había un lugar para confinarme era este. Ellas son muy muy geniales. Hoy Gwen me invitó a tomar una cerveza juntas en la barra de la cocina. La pasamos re bien juntas. Hablamos de la vida y con mucha frecuencia de metafísica. Crecemos juntas, la quiero. Nos contamos nuestras debilidades sin vergüenza y las charlamos. Un día le dí un abrazo.
Pero soy tan tan afortunada de estar en este departamento en la esquina de las calles Ney y Cuvier. Tiene unos ventanales grandes por donde entra mucha luz, mucha. Entra mucho ruido también. Quisiera vivir en una ciudad chica, quiero vivir en el bosque. Lo mejor de la casa son Gwen y Salomé. Algún día hablaremos de los gatos. Si había un lugar para confinarme era este. Ellas son muy muy geniales. Hoy Gwen me invitó a tomar una cerveza juntas en la barra de la cocina. La pasamos re bien juntas. Hablamos de la vida y con mucha frecuencia de metafísica. Crecemos juntas, la quiero. Nos contamos nuestras debilidades sin vergüenza y las charlamos. Un día le dí un abrazo.
Poema a Lyon en modo expansión viral:
Lyon
Fluvial confluente
Tus departamentos empilados
Hogares prisioneros de citadinos
Fourvière Croix Rousse para montañistas
Tus colinas divinas elevan nuestras almas
Escaleras eternas que prometen una visión superior
Lyon de cemento arborizado quiero abrazarte y dejarte
Recibiste mis sueños con tus ríos abiertos sin prejuicio
Me brindaste amigos incondicionales y experiencias complejas que superaré quizás
Con el Corona en Rosario |
Los aplausos a las 8 para los médicos fueron más emocionantes hoy.
Louis se vuelve a Francia.
Actividades de montaña prohibidas.
No más de 20 personas en los funerales.
135 euros de multa.
��
ReplyDeleteHabía olvidado lo lindo que es leerte!!!
PD escrache mi foto��